Toda vez que un nuevo practicante de Reiki recibe la sintonización, es convertido en un canal (receptor y emisor de Reiki) que atrae hacia sí mismo la alta vibración energética que conocemos como Reiki y consigue la capacidad para canalizarla (transmitirla) para sanar, purificar y armonizar todo lo que existe en el Universo.
Es importante comprender que no es el practicante de Reiki el que sana, aún cuando a menudo lo llamemos "terapeuta", sino que es el propio Reiki el que estimulando la energía vital del "paciente" reactiva la capacidad sanadora de quien recibe Reiki. Por esta razón, es mucho más adecuado el concepto de "canal de Reiki" que el de sanador o terapéuta.
